La iniciación es un ritual mediante el cual, el maestro otorga una potenciación al discípulo para una determinada práctica meditativa.Existen tres tipos principales de transmisiones o iniciaciones, en función de las cuales tanto el maestro iniciador como el discípulo adquieren unos compromisos concretos. El crecimiento del discípulo estriba, precisamente, en el mantenimiento de ese compromiso o voto. Aunque la iniciación puede tomarse como una bendición, sin ningún otro compromiso, (siempre bajo el consentimiento de quién la está otorgando), la forma más ortodoxa de tomarla sería con un conocimiento claro de lo que representa tanto para el maestro iniciador como para el discípulo a iniciar.
Forma parte de muchas iniciaciones la transmisión del mantra, que es una frase mística que nos pone en contacto con un aspecto concreto de la mente iluminada, que es nuestra verdadera naturaleza. En ocasiones, el compromiso que adquiere el discípulo radica exclusivamente en la recitación diaria de un número de esos mantras.
Existen multitud de manifestaciones o budas y cada una de ellas tiene su mantra específico. Gracias a la iniciación recibimos, entre otras cosas, el permiso para recitar ese mantra, tanto es así que al recitarlo y realizar la visualización concreta, invocamos y desarrollamos ese aspecto iluminado en nosotros mismos. Metafóricamente hablando podríamos decir que durante la iniciación el maestro iniciador planta una semilla energética en nuestra mente, para que mediante el cuidado diario (mantener los compromisos) crezca y se desarrolle. Si conseguimos que la semilla alcance el estado de adulta, puede llegar el momento en que incluso, nosotros mismos, podamos quedar capacitados para transmitir esa misma energía a otras personas, tal y como ha realizado nuestro maestro iniciador.
Forma parte de muchas iniciaciones la transmisión del mantra, que es una frase mística que nos pone en contacto con un aspecto concreto de la mente iluminada, que es nuestra verdadera naturaleza. En ocasiones, el compromiso que adquiere el discípulo radica exclusivamente en la recitación diaria de un número de esos mantras.
Existen multitud de manifestaciones o budas y cada una de ellas tiene su mantra específico. Gracias a la iniciación recibimos, entre otras cosas, el permiso para recitar ese mantra, tanto es así que al recitarlo y realizar la visualización concreta, invocamos y desarrollamos ese aspecto iluminado en nosotros mismos. Metafóricamente hablando podríamos decir que durante la iniciación el maestro iniciador planta una semilla energética en nuestra mente, para que mediante el cuidado diario (mantener los compromisos) crezca y se desarrolle. Si conseguimos que la semilla alcance el estado de adulta, puede llegar el momento en que incluso, nosotros mismos, podamos quedar capacitados para transmitir esa misma energía a otras personas, tal y como ha realizado nuestro maestro iniciador.
Iniciación del
Buda de la Medicina - 15 hs.
Sangye Menla en tibetano, es el Buda de la sanación y de la armonía entre los elementos que forman nuestros cuerpos. Es pues la representación de la energía de los budas dirigida a despertar el conocimiento sutil que permite la auténtica sanación, la resultante de liberarse de los venenos mentales del apego, la ira y la estrechez mental, causantes de todos los sufrimientos que afrontamos en la vida.
Aquel que quiera alcanzar estados elevados de consciencia deberá despojarse de los engaños y las emociones aflictivas, motivo por el cual, el tantra del Buda de la Medicina se lo considera una práctica cotidiana en el budismo vajrayana. Además es utilizada también como preparativa para la muerte y en enfermedades físicas, mentales o espirituales, tanto de uno mismo como de otros seres. Ya que mediante su desarrollo despejaremos la mente de todo tipo de oscurecimientos y aprenderemos a contactar y gestionar nuestras propias energías sutiles.
Esta práctica es totalmente aconsejable para todos aquellos que desarrollan actividades terapéuticas o la intención de profundizar en los deseos de aliviar a los demás., para personas enfermas, para aquellas que tienen relación con enfermos,
Durante la Iniciación, Geshe Jampa Tenzin otorgará la transmisión del mantra del Buda de la Medicina para poder practicarlo.
Es una de esas iniciaciones que deben de ser tomadas en multitud de ocasiones para que queden bien impresas en el continuo mental.
Sangye Menla en tibetano, es el Buda de la sanación y de la armonía entre los elementos que forman nuestros cuerpos. Es pues la representación de la energía de los budas dirigida a despertar el conocimiento sutil que permite la auténtica sanación, la resultante de liberarse de los venenos mentales del apego, la ira y la estrechez mental, causantes de todos los sufrimientos que afrontamos en la vida.
Aquel que quiera alcanzar estados elevados de consciencia deberá despojarse de los engaños y las emociones aflictivas, motivo por el cual, el tantra del Buda de la Medicina se lo considera una práctica cotidiana en el budismo vajrayana. Además es utilizada también como preparativa para la muerte y en enfermedades físicas, mentales o espirituales, tanto de uno mismo como de otros seres. Ya que mediante su desarrollo despejaremos la mente de todo tipo de oscurecimientos y aprenderemos a contactar y gestionar nuestras propias energías sutiles.
Esta práctica es totalmente aconsejable para todos aquellos que desarrollan actividades terapéuticas o la intención de profundizar en los deseos de aliviar a los demás., para personas enfermas, para aquellas que tienen relación con enfermos,
Durante la Iniciación, Geshe Jampa Tenzin otorgará la transmisión del mantra del Buda de la Medicina para poder practicarlo.
Es una de esas iniciaciones que deben de ser tomadas en multitud de ocasiones para que queden bien impresas en el continuo mental.
Tara Verde - 17:30 hs.
Tradicionalmente a Tara o Dolma en tibetano se la conoce como la Liberadora, ya que se asocia a la eliminación de obstáculos de cualquier índole y principalmente en lo concerniente a la espiritualidad. Aseguran los textos que la recitación devota de su mantra y sadhana dotan al meditador de las herramientas internas necesarias para superar a los ocho miedos mundanos principales. Tara, es el vehículo mediante el cual la mente puede "cruzar el océano del sufrimiento y alcanzar la orilla de la liberación". Para ello, elimina los obstáculos que se interponen en el camino espiritual, permitiendo el desarrollo de la intrepidez, la entrega, resolviendo los conflictos internos, y ayuda a encontrar la paz y la profunda sabiduría. Tara es la energía femenina del espacio, es la compasión de todos los budas en acción. Mediante su desarrollo conseguimos abrir nuestro corazón a los demás y así actuar para favorecer atmósferas de auténtico amor y de generosidad altruista. La energía que desprende es como el abrazo de la madre hacia su único hijo. Es protección, cobijo y unión.
"Es tarea del discípulo el conectarse con esa energía que los grandes seres de todas las tradiciones espirituales auténticas desprenden y expanden cada vez que depositan su mirada amorosa hacia nosotros. Así es la energía de Tara: liberadora, protectora, amorosa y generosa sin límites. Presta a venir en nuestra ayuda tan pronto como la reclamamos."
"Es tarea del discípulo el conectarse con esa energía que los grandes seres de todas las tradiciones espirituales auténticas desprenden y expanden cada vez que depositan su mirada amorosa hacia nosotros. Así es la energía de Tara: liberadora, protectora, amorosa y generosa sin límites. Presta a venir en nuestra ayuda tan pronto como la reclamamos."
No hay comentarios:
Publicar un comentario